La popularidad del pan
Ayer Pude comprobar la popularidad del pan.
Mientras platicaba con un vecino en la tienda cercana a la casa, llegó el pan. Hora exacta conocida por quienes gustan de él, seguros de que recibirán las riquezas ofrecidas por siempre consabidas.
Mucha gente atrae el pan.
Me dijo mi contertulio que así es todos los días y en todo lugar donde el pan llegue, está presente la gente en la hora por siempre convenida; él lo ha visto pues en su constante andar por sus encomiendas coincide muchas veces con su llegada; hombres y mujeres, algunos niños esperando, rodeando al recién llegado. Ésa es la fuerza del pan.
No pude resistirme.
Esperé pacientemente a que bajen la última bandeja mientras a mi nariz llegaban los olores de la harina amasada por manos expertas o máquinas industriales; transformada en formas y sabores diversos en su paso por el horno.
Vi pasar el francés, el tuti, la hojaldra, la concha, el de mantequilla, los cuernitos, las corbatas, los lazos, el cocotazo. Cada uno despidiendo aromas diversos conjugados en sabrosa tentación causante del arremolinamiento de gente que desea llevarlo a su casa calientito para comerlo con un café, un refresco embotellado; preparar una rica barra de jamón y queso o al puro estilo francés un cuernito o croissant (cruasán en español); hacerlo chuc en la bebida láctea con o sin café o chocolate.
Vi pasar el francés, el tuti, la hojaldra, la concha, el de mantequilla, los cuernitos, las corbatas, los lazos, el cocotazo. Cada uno despidiendo aromas diversos conjugados en sabrosa tentación causante del arremolinamiento de gente que desea llevarlo a su casa calientito para comerlo con un café, un refresco embotellado; preparar una rica barra de jamón y queso o al puro estilo francés un cuernito o croissant (cruasán en español); hacerlo chuc en la bebida láctea con o sin café o chocolate.
Llené una bolsa con apetitosos manjares de harina, levadura y pastas especiales; regresé a la casa imaginando si he de destapar una cocacola, una Pepsicola, prepararme un café con leche, un chocolate caliente o simplemente morderlo y comerlo hasta que desaparezca de mis manos, dejando entre mis dedos los granos azucarados, las migajas o leve prueba de lo degustado que obliga a chuparse los dedos como honrosa despedida del alimento consumido.
Rico alimento el pan; nutritivo y aún barato; además del sabor peculiar de nuestros tahoneros yucatecos. Es muy popular el pan ¿o no?
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